18/03/2020
Hoy me he despertado melancólica, he comenzado a escuchar música
que escuchaba cuando era pequeña, como todas las canciones Disney que se me
iban pasando por la cabeza. Todo esto lo escuchaba mientras resumía psicología.
Luego me fui a clase vía Discord con mi tutor.
Después de las clases telemáticas de arte me llamo un compañero de clase para que le
resolviera una dudad sobre la sintaxis de lengua, me pregunto sobre las
oraciones subordinadas adverbiales de tiempo, estando de cuarentena no podemos
preguntar mucho a la maestra, entonces está muy que nos apoyemos entre todos.
Le explique que una oración subordinada adverbial de tiempo era aquellas que indican
un tiempo pero que no debía confundirla con el complemento circunstancial de
tiempo. Después de unos veinte minutos explicándoselo, le use dos oraciones
para que las analizará: Lo hice cuando
me dijiste y Llegamos cuando tú salías. Analizo ambas
y me mando una foto para que se lo corrigiera y las hizo bien, así que supongo
que las entendió.
Estuvimos un rato hablando sobre como el de historia no nos
daba la nota de la evaluación y de cómo nos gustaría saber las notas de
nuestros últimos exámenes, ya que a causa de la cuarentena no podemos saber.
Charlamos también que como por culpa del viento había roto
varias ramas grandes de mi jardín o las causas de porque habían cancelado el programa
de Operación Triunfo.
Entonces me pregunto que habíamos dado nosotros en Lengua
esta última semana y entonces le explique que estábamos viendo la poesía a
partir de 1939 hasta la actualidad y que aunque no tengamos que leernos un
libro en concreto tenemos que leernos varios poemas en libros de poesía que
hayan publicado, por ejemplo, yo la obra que me estoy leyendo es una de Miguel Hernández “El
rayo que no cesa” y me dijo que no conocía la obra ni tampoco a ese tal Hernández,
yo me eche las manos a la cabeza, mira que no conocerlo ni que no le sonara, entonces
yo como buena amiga que soy le leí este fragmento para ver si le gustaba:
No me conformo, no:
me desespero
como si fuera un
huracán de lava
en el presidio de una
almendra esclava
o en el penal
colgante de un jilguero.
Besarte fue besar un
avispero
que me clava al
tormento y me desclava
y cava un hoyo
fúnebre y lo cava
dentro del corazón
donde me muero.
No me conformo, no:
ya es tanto y tanto
idolatrar la imagen
de tu beso
y perseguir el curso
de tu aroma.
Un enterrado vivo por
el llanto,
una revolución dentro
de un hueso,
un rayo soy sujeto a
una redoma.
Él se rio simplemente diciéndome como podía entender los
poemas o gustar esas cosas, yo me encogí de hombros, sencillamente los gustos
nos lo podíamos elegir, una vez que te atrae algo no puedes alejarte de eso por
mucho que lo intentes, son como dos imanes, una vez que se hayan unido no
puedes evitar que se junten.
Ahora aprovechare que he terminado mis deberes de hoy para
hacer el regalo que le tengo planeado a mi padre para mañana por el día del
padre para agradecerle que todo lo que hace por mi y hacerla lo mas amena posible mientras estemos aquí encerrados.
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